¿Puedes hablar sobre la visión con una narrativa convincente que inspire a las personas? ¿Puedes encontrar historias de empleados que viven esa misión? ¿Compartir historias de clientes que demuestran la visión puesta en acción por los empleados?

Refuerza la importancia del propósito agradeciendo a los empleados que demuestran la misión y valores. Publica el agradecimiento en tus redes sociales, intranet y correos electrónicos. Llama o visita a los equipos que han dado la milla extra. Las posibilidades de reconocer y agradecer son infinitas, esfuérzate en identificarlas.

Involucra a los empleados en la definición y evolución de su propósito para que contribuyan y lo comprendan. El propósito no es aislado, no es algo que los ejecutivos definan por su cuenta, todo el mundo lo comparte y vive.

Pregunta, “¿cómo podemos trabajar mejor juntos para cumplir nuestro propósito?” Al preguntar “cómo”, también creas un sentido de propósito. De esta manera, el propósito no es solo algo que le sucede a la gente, ellos son parte de él.

Cuando el propósito está presente y es palpable, suceden cosas asombrosas.